viernes, 18 de septiembre de 2009

Frustración

frustracion

Una interpretación de la frustración


Un famoso filósofo, Séneca, tenía una forma de interpretar la ira y la frustración que resulta muy interesante, y más importante aún, puede ayudar a muchos a entender y tratar de controlar en lo posible sus arrebatos de ira como producto de la frustración.

Séneca nos recuerda entre otras cosas, que si podemos hacer algo para alcanzar la sabiduría y ayudar a que este mundo no sea peor de lo que es, es evitando en lo posible nuestras propias reacciones ya sea con arrebatos de ira, ansiedad, amarguras, autocompasiones o paranoias.

La filosofía, a entender de Séneca, habrá de permitirnos comprender en su justa dimensión la realidad que nos rodea, y evitarnos así, quizás no del todo nuestras frustraciones, pero evitar las emociones peligrosas que suelen acompañarlas.

Séneca decía que la frustración es el camino más rápido hacia la locura. Se suele recurrir a la frustración que generan muchos acontecimientos de la vida como la muerte de los hijos, la pobreza, la confianza en las personas íntimas, el desconocimiento o no aplicación de las leyes, etc., para justificar toda clase de comportamientos irracionales y violentos

Séneca reconocía que, evidentemente no todo el tiempo la razón gobierna nuestros actos, y que en diferentes ocasiones, la respuesta que damos es un reflejo automático a un estímulo inesperado, pero no estaba de acuerdo con que la ira fuera el resultado de un componente esencialmente emocional o pasional.

Por el contrario, para Séneca, la ira no se inscribiría dentro de la categoría de movimientos físicos involuntarios que se dan como respuesta a estímulos externos irracionales, sino que más bien, la ira sería desatada por que se habría, de algún modo, afectado nuestras ideas racionalmente sostenidas .

Es decir, para Séneca, lo que nos saca de nuestras casillas, nos pone violentos, fuera de nosotros mismos, furiosos e iracundos, es aquél conjunto de concepciones peligrosamente positivas sobre el mundo que nos rodea y los demás.

Aquello que consideramos normal, es lo que en cierto modo determina cuándo y porqué nos sentiremos frustrados, frustración que probablemente desembocará en un ataque de ira.

La frustración


En pocas palabras: nos da rabia y nos enojamos de algo o de alguien, porque estamos esperando que ese algo o alguien sea mejor de lo que en realidad es. Estamos esperando que las personas tengan un determinado comportamiento, probablemente el que a nosotros nos gusta dar, y en consecuencia, esperamos reciprocidad, pero no la conseguimos, y por el contrario nos tropezamos con traiciones, faltas de ética, corrupción, maldad, etc.

Esperamos que el mundo sea un lugar bello y pacífico, con desarrollo y prosperidad para todos, un lugar justo, un lugar armonioso, un edén dentro de la tierra, pero nos olvidamos que éste mundo no es precisamente aquél paradisíaco lugar. Por el contrario, más de uno lo ha comparado con un paño de lágrimas y un mundo de sufrimiento, el infierno en la tierra. Depende con cuál te acomodes o te identifiques para que puedas tener de una u otra manera y con más o menos intensidad, un ataque de ira fruto de la frustración que te genera la realidad.

¿Qué hacer ante la frustración?


Bueno, si adoptamos el concepto que tiene Séneca de la ira, y la frustración, bastará con que bajemos un poco, o quizás mucho las expectativas que tenemos del mundo que nos rodea, y de las personas que conviven con nosotros en él. Bastará que nos demos cuenta que este no es un paraíso y que el hombre es por naturaleza imperfecto y lleno de defectos y vicios. Bastará con que no esperemos más de lo que siendo realistas debamos esperar. No en un afán de conformismo, sino por el contrario, adoptando un mecanismo de comprensión de lo que nos rodea, tal que, podamos evitar en lo posible amargas e inesperadas experiencias que nos hundan en la más profunda de las frustraciones con la violencia consecuente que podría generar.

En definitiva, no seas un idealista insensato y ajeno a la realidad, por el contrario, conócela, interprétala y compréndela para evitar que ésta pueda dañar tu persona o tu mente por medio de la frustración y la ira que la acompaña.


5 comentarios:

  1. Muy buena nota amigo,es un gusto visitarte,abrazos de luz te envio en Domingo desde israel.

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  2. ESTO SI ES FILOSOFIA LA TERAPIA DE LOS GRANDES ESTO ES COSA CARA PORQUE NO LO COMPRAS CON DIENERO

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  3. Completamente de acuerdo con esta entrada.
    El ser realista es una actitud vital mucho más coherente y honesta que "la actitud positiva" a la que se alude en otro post en este mismo blog (sin ánimo de ofender, que conste)...

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  4. muy buen trabajo me ayudo mucho :D!

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  5. rayas en el conformismo y en una definición facilona y simple. Es muy arriesgado que exista tanta libertad en internet y que este tipo de conceptos se propaguen.
    Independientemente de la frase que dice: No estoy desacuerdo con lo que dices, pero estoy dispuesto a dar mi vida por tu derecho a que lo digas.

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