lunes, 25 de mayo de 2009

Deje de fumar, ya...!

Esta es mi historia y como hice que funcionara.
Sin pasos, sin recetas, sin sustitutos, sin ansiedad

Desde los 2, 3 o 4 paquetes de cigarrillos, es decir desde un mínimo de 40 hasta un máximo de 80 cigarrilos diarios, o quizas en alguna ocasión un poquitín más, a CERO, nada, nothing, none, ni uno, en un día. Sigue leyendo y verás como se hace.

Siete de la mañana, un día típico, mi cafe con leche y el primer cigarrillo del día, que para cuando la taza se acabe ya me habré fumado el segundo y quizas el tercero. Y a comenzar el nuevo día, con las ganas de triunfar, salir a la calle y dar mi mejor esfuerzo, quitarme un poco el embotamiento mental que tengo desde que desperté y con el que me acosté el día anterior, y que desafortunadamente, me ha venido siguiendo en el último tiempo, pero nada que no pueda ser sobrellevado con algo de entereza y desaprensión a los males físicos que a veces a uno le aquejan.

Para cuando llegue la hora del almuerzo, casi con seguridad que habré llegado a terminar el primero de los paquetes del día. Es decir, lo regular, lo aconsejable por mi enraigado deseo de calmar mis ansiedades y ocultar mis preocupaciones en un poco de humo y algo de misterio.

El mundo se está poniendo algo severo con los que fuman, y por lo tanto, si trabajas en una oficina con varias personas que no te acompañan en tu vicio, y que para colmo, tiene reglas que van con los tiempos, de seguro que tendrás que encontrar tus escapadas para irte a fumar un cigarrillo afuera, o en hora de almuerzo o descanso, y si es posible, recuperaras los cigarrillos perdidos y te fumarás en el tiempo de fumar uno, pues, bueno dos o tres, uno tras otro; para que gastar en fuego, o cerillas, o fósforos, o encendedores o mecheros, de la brasa que queda en el que tienes en la boca, enciende el siguiente, tu no te hagas lios.

Y si tienes la fortuna de ser tu propio jefe o trabajar en un sitio permisivo con los humo adictos, bueno, el límite es el cielo, o más apropiadamente dicho, el techo y tus cuatro paredes. Asi que no desperdicies ni una sola bocanada de tu pucho, a fumar se ha dicho, y bueno, los ojos algo rojos y esa tos persistente pero ya controlada por ti no serán ningun impedimento para ser tu mismo.

Y así, con el apoyo inestimable de tu fiel compañero: el cigarrillo, cumpliras un día laboral completo, o uno familiar en compañía de tus seres más queridos, y darás gracias a Dios por haber mantenido controlada tu vida y planificar para el futuro.

Problemillas menores que puedan aquejarte, son, gracias al cigarrillo disipados en una honda y bien articulada bocanada de humo. Finalmente ese disfrute, bien vale pequeñas y muy poco probables complicaciones que puedan dañarte.

PERO... POR FAVOR... ESTAS CONSCIENTE DE LA ESTUPIDEZ QUE ESTAS HACIENDO...!!!???

Muy probablemente SI...!!!!!!

Espera, no pares de leer, si has llegado hasta aquí, es porque probablemente te has planteado la posibilidad, quizás remota aún de que el cigarrillo te está haciendo daño y que, para colmo, está dañando a los que te rodean y a tus seres más queridos, y que habría que plantearse el dejarlo, o por lo menos reducir su consumo. Bueno, estás en el buen camino, ahora sólo te hace falta seguir el remedio más infalible para dejar definitivamente el vicio del cigarrillo: SIMPLEMENTE DÉJALO, TU PUEDES.

Que no?, que estoy hablando humedades?, que eso no es posible?, que tu no fumas demasiado...aún?, que tu organismo es fuerte y los males son sólo para los débiles o los propensos? Vamos, tómatelo en serio. Sigue leyendo, ya pronto lo vas a dejar, digo, el cigarrillo, aún antes de lo que te imaginas, pero seguro que lo harás, sólo que sea por tu voluntad y no por indicación médica o porque simplemente ya te jodiste la vida y no hay más remedio, porque amigo mío, todos los fumadores que no le ponen un alto a esto del vicio del cigarrillo, irremediablemente terminan enfermos, y cuando digo enfermos, es realmente enfermos: que si enfisema, que si cáncer pulmonar, que si problemas cardíacos, que si esto, que si aquello, que si etcétera... tu escoge cual prefieres que te de a ti, porque amigo, de seguro te dará algo, sólo desea, y espera que sea el menos malo, que se yo, un enfisema que no te permita respirar y te quede la vida en el intento de tomar desesperadamente aire, sin lograrlo, morir asfixiado... bueno, por lo menos no te habrán extirpado un pulmón, te habrán irradiado, te habrán hecho quimioterapia, y por último te habrán dado de alta para que te vayas a casa a ver la piltrafa humana que eres, y quizas a fumarte un cigarrillo para recordar buenos tiempos, y pensar que nunca, pero nunca ese inocente tubito de papel que envuelve un poco de tabaco tuvo algo que ver en ese final.

Asi que, amiga, amigo, tu puedes tomar la decisión hoy, yo lo hice, y sabes que, me di cuenta que se puede, yo pensaba que no, pero son varios años ya que lo dejé, no te imaginas el tremendo cambio que representó en mi vida el haber tomado aquella decisión, hoy puedo respirar sin problemas, puedo pensar sin problemas, puedo compartir con mi familia sin problemas, puedo afrontar la vida sin problemas de salud.

Házlo, pero ya, y nada de... bueno, mañana me fumo uno o dos menos y así hasta dejarlo, si eres un fumador serio sabrás que eso nunca ha funcionado.
La forma es hoy, ahora, toma la decisión, deja ese maldito cigarrillo y comienza a disfrutar la vida.

La vida se disfruta, no se disfruta un cigarrillo.

Sabes que...?, si hoy tomas en serio lo de dejar el cigarrillo, no necesitarás de pasos, etapas, sustitutos, dietas ni rutinas, simplemente lo dejarás.

Apurate, no pierdas tu vida y tu salud con cada pitada, deja de fumar ya!

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